Se necesitaban. Sabían que no había nada más necesario que la otra persona para poder seguir y sonreían por ello.
No podían irse a dormir son pensar en los besos que se habían dado, tan distintos y llenos de mensajes silenciosos. Había besos de "te quiero", de "no te vayas", de "te necesitaba" e incluso de "no es suficiente con este beso". Todos ellos comprendidos por ambos al instante como si pudieran hablar a besos y las palabras sobraran. (A veces sí que sobraban)
También recordaban cada caricia. Una mano que se perdía en la espalda del otro mientras que este no paraba de besarlo. No existía nada más en el mundo que ese contacto entre ambos, a veces, tan apasionado que dolía y otras veces, tan necesitado que rozaba los límites del deseo.
El tiempo se paraba o iba demasiado rápido (aún no lo tenían muy claro) aunque ellos querían que fuera infinito. Pero no lo era y ese es el problema: el tiempo. El tiempo de todos esos verbos: el pasado. Se besaban, se tenían, se amaban, se deseaban , se necesitaban... pero ya no. Ahora el pasado ha quedado atrás y ambos caminan hacia un futuro (separados).
Recuerdan aquel tiempo al que no pueden volver con una triste sonrisa, pues se necesitaban pero las cosas cambian... Las caricias ya son de otros y los besos no dicen nada. Quizás ya no se aman pero se necesitarán... porque el tiempo y las personas siempre cambian.
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