martes, 30 de enero de 2018

No me digas nada por la calle,
no hace falta que me juzgues con tu estereotipada opinión de belleza.
No me digas guapa,
ni fea,
no voy mejor pintada,
ni con tacón,
ni me pongo minifalda para enseñar,
ni soy una descuidada si voy en chándal y casi sin peinar.
No me llames,
no me mires con esa desesperación de no haber follado en años.
O de haberlo hecho sin satisfacción.
O con ella, pero pensando que mereces más de una mujer,
o una mujer mejor,
cuando solo por creerlo, no mereces ni una.
Quizás solo piensas que las mujeres necesitamos tu aprobación.
Pues no.
No.
No quiero tus "piropos".
No quiero tus prejuicios.
Porque créeme, machito descarado,
no puedes juzgar mi mente por mi forma de caminar,
ni por mi ropa,
ni por ser mujer,
ni por nada.
Empieza a pensar que no nos importa lo que pienses.
Nos hemos empezado a valorar nosotras mismas.