jueves, 27 de septiembre de 2018

10:01

     Un día te levantas, como otro cualquiera, preparada para lo que te depara el mundo. Lista para dar lo mejor de ti. Piensas: "qué pereza todo". Pero sigues, algo tienes que hacer. No vale quejarse, no se puede escapar de tu vida, ¿o sí?
     Otro día, te levantas, pero no es un día cualquiera. Desayunas y te preparas, lista para huir. Para ser tú misma, para ser feliz. Mochila, llaves del coche, comida y agua. Perfecto, un paso menos. Toca disfrutar. Toca perseguir tu sueño.
     ¿Cuándo fue que dejaste de hacerlo?