Estamos rotos y llenos de parches cosidos a mano por nosotros mismos.
Sueños rotos, corazones rotos, ilusiones rotas... Somos remiendos hechos con agujas de lágrimas y fuerzas sacadas de Dios sabe donde.
Pero lo importante es arreglar las heridas para seguir. Y todos (sí, todos) tenemos algo que nos ha hecho daño y hemos tenido que arreglar, por eso somos arreglos, remiendos...
Si cada persona nos contara la de parches que tiene, veríamos que somos solo eso: fuerzas para seguir a pesar de todo. Porque nada debe pararnos y siempre deberíamos buscar el hilo que nos cierre las roturas (aunque sea difícil, aunque sean demasiados parches) porque lo habrá, creedme.
Si la vida nos rompe, nos ahoga, nos mancha; podemos arreglarlo. Solo pensad que todos somos lo mismo, que todos somos remiendos...
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