La incertidumbre.
El miedo.
Estar perdida sin saber a dónde ir,
qué hacer
qué decir,
a quién.
No tener motivos,
ni ganas.
Mirar al olvido
al que estamos destinadas.
No saber.
No querer saber.
No saber decir qué
estamos buscando.
Olvidarnos
del mundo,
de la vida
y de los ojos que nos han mirado.
No somos nada.
Nada con miedo.
Nadie sin miedo.
Todas con la incertidumbre
clavada en el pecho.